Catalizador - Detonador

La crisis existencial característica de… Hay algunas impredecibles, que se enfocan al YO en sociedad, como todas. No me refiero a la forma de interactuar con otros, sino a lo que aportamos a la sociedad, a la humanidad, hablo de la huella que dejaremos en este mundo, en esta existencia, me refiero al recuerdo que habrá nuestro… mío, a mis memorias, a mi bitácora… al cómo y al qué recordaré de mi transcurso por la vida.

Siempre hay un Catalizador, que activa o transforma la fuerza que nos impulsa en cada dirección. Hablo de una imagen visual o auditiva, situaciones o acumulación de ellas, que nos hacen pensar diferente y que provocan el despertar de esta fuerza motivadora que es el pensamiento, las ideas y el deseo… el sentirnos que el mundo –nuestro mundo– ya no nos puede contener. Éramos el pez grande en la pecera chica y este Catalizador, este agente nos hace sentir que la pecera no es adecuada a nosotros, que necesitamos una de mayor tamaño o de distinta forma. Tal vez todo sea cuestión de sentirnos retados, de visualizarnos como pez chico en pecera grande, poder movernos y tener la opción de hacerlo. Debido a este Catalizador, revaloramos nuestras tendencias, nuestra inclinación psicológica hacia determinados fines… Hay quienes, al toparse con un Catalizador, se refieren al hecho diciendo “me bajaron la moral”, creo que esa es una buena manera de plantearlo en relación con el cómo me siento ante determinada situación…

“Lo importante es lo que hacemos, cómo actuemos…” Definitivamente esto es esencial para estar satisfechos con nuestro YO en sociedad. Si estamos en esta crisis existencial, sin importar el Catalizador que nos haya traído hasta ella, lo que hará la diferencia es ese momento en que actuemos diferente, ese pequeño acto que nos hará cambiar el rumbo, ese Detonador capaz de provocar en nosotros el estallido de la carga negativa que afecta nuestro disfrute del mundo y de la vida misma… generalmente el Detonador es un acto radical, una decisión contundente que puede perjudicarnos inmediatamente, destruyendo nuestra “pecera”… ahora nos corresponde reconstruir nuestro universo… algo así como el Ave Fénix.

Pero no todos los Catalizadores son así, no todos llegan para “bajarnos la moral”, ni nos llevan a Detonadores que nos afectan negativa o inmediatamente. Hay Catalizadores que nos impulsan, generalmente son otras personas que nos plantean ideas para movernos dentro de nuestra pecera, en nuestro mundo, sin cambiar de ambiente-lugar-personas, solo cambiando nuestras actitudes. Este tipo de Catalizador se da principalmente cuando alguien cree que podemos ser más felices haciendo lo mismo pero con otra mentalidad (Filosofía Orquídea). Consejos, sermones, recomendaciones, sugerencias, reflexiones… son ejemplos de Catalizadores que nos impulsan en nuestro mundo.

Otro tipo de Catalizador “positivo” es el que nos encamina, cuando nos muestra un rumbo diferente al que llevamos, tal vez uno alterno ya que el que transitamos está bien, pero al atravesar caminos diferentes tendremos… pues sí, tendremos más opciones. Estos Catalizadores no son necesarios, no se dan por falta de espacio o de forma en nuestro mundo, simplemente se dan. –Todo va bien en mi vida y ahora se me presente la oportunidad de…– Y el aprendizaje significativo no se da en el destino, se da en el viaje. Disfrutar del recorrido, aprender durante él, ver cosas nuevas, conocer gente distinta, reconocer que podemos hacer más… todo gracias a un Catalizador “innecesario” y un Detonador contundente…

La única persona autorizada para determinar la necesidad de un Detonador somos nosotros mismos.
Nadie tiene la facultad de decidir por mí si me es necesario cambiar algo. Podemos considerar opiniones y escuchar consejos, aún así, la decisión debe ser sólo nuestra… pero debemos ser concientes de las razones, para evitar ser víctimas del conductismo, para eludir hacer las cosas correctas por las razones equivocadas, o peor aún, actuar de manera errónea por un criterio ambiguo o sin él…

“Reflexionando, caigo en cuenta que hace tiempo no cambio de mundo”… Expresarlo o hacerlo conciente no tiene nada de malo si se hace con satisfacción. Aún cuando uno se da por satisfecho existen pequeños Catalizadores que propician Detonadores silenciosos, implosiones, acciones que solamente repercuten en nosotros mismos. No se ven afectadas más personas por lo que hacemos ya que generalmente son explosiones expresivas, esas pequeñas cosas que hacemos, que nos distraen de lo cotidiano, que nos alejan de lo común… esos chispazos de energía que hacen que nos sintamos a gusto con lo que hacemos, con nuestro mundo, con las personas con quienes convivimos, esos chispazos que son parte de nuestro mundo, esa pequeña pecera en la que somos grandes.

No hay comentarios: