El Tiempo

y... cómo estás?
-vivo-
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Imagen mental: sentado sobre un bloque de cemento. Las piernas flexionadas y los pies planos sobre el piso. Las rodillas igual de separadas que los talones. Las puntas de los pies un poco más cerca. Los ojos vidriosos. En la mano derecha, entre índice y cordial, un cigarro de ceniza, solo el filtro es blanco y sin consumirse. En la mano izquierda una bebida de falda a cuadros sostenida por las yemas únicamente. Ambos brazos rectos con la parte interior del codo a la altura de los muslos por fuera de las piernas, formando en su espalda una silueta fácilmente confundible con una pendiente pronunciada y creciente hasta convertirse en un pendiente mal resuelto.
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Qué palabra tan interesante y qué tono de voz tan descontextualizador
... o no.
En realidad la palabra fue lo de menos. La forma en que se dió lo hizo todo.
El tiempo se paró y pude ver a travez del viento y el espacio,
pero en el mismo tiempo.
Grabe error!
Dejé fluir el tiempo y la imagen se completó.
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El trago era negro y el cigarro aún estaba fresco. Las piernas estiradas y la derecha sobre la izquierda a la altura del tobillo. El bloque sí era bloque y solo el brazo de la bebida estaba en esa posición, pero por dentro de las piernas. La otra mano empuñada, excepto por los dedos del cigarro, en movimiento semicircular pasando de su segundo a su primer cuadrante... y en su cara una gigantezca sonrisa.
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¨el tiempo suele ayudar¨

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo volví a vivir!... así fue emocionalmente... por cierto... aún conservo esa sonrisa...

Se necesita sentirse vivo para entenderlo y concluirlo así... vaya que lo estás!...