La razón de la expresión

Anoche llegó a visitarme un muy buen amigo, que esperaba la media noche para celebrar su cumpleaños. Llegó con la crisis existencial característica de quien deja la adolescencia para entrar en la madurez de un adulto... por lo menos en número. Me platicaba acerca de querer expresarse por medio de la música, a pesar de tener poca experiencia y conocimiento de la misma... de ahí surge esta conclusión.
El lenguaje musical, al igual que el oral (o escrito) cuenta con un vocabulario bastante amplio y preciso, suficiente para expresar precisamente lo que se quiere con pocas palabras y de forma armónica... el principal problema surge cuando encontramos poetas que utilizan el "te quiero" cuando "te amo" es más preciso... y músicos que quieren expresar su sentir y solamente conocen escalas y acordes mayores y menores. Decir que es necesario entrar al conservatorio para poder hacer música de calidad es tanto como afirmar que hay que estudiar filología y letras para poder hablar adecuadamente (aunque actualmente lo adecuado al hablar depende más bien de dónde y con quién se haga). Existen numerosas fuentes de aprendizaje musical suficientes para adquirir lo necesario para expresar con precisión las ideas y el sentir, dichas fuentes van desde el conocimiento compartido por los amigos hasta libros especializados en el tema, pasando por páginas de Internet y revistas, sin menospreciar el oído y la capacidad de análisis. Es importante, si no es que primordial, comprender y tener bien claro el por qué de la expresión, definida como función representativa a través de símbolos e imágenes visuales o acústicas como manifestación de la propia intimidad. Existen dos tipos de expresión: la que va dirigida y la que no. La primera tiene que satisfacer un gusto o necesidad de quien la recibe. La expresión que no va dirigida es más libre ya que no necesita satisfacer un carácter estético ni dar gusto a nadie... más que a quien se expresa, además en muchos casos funciona como reflexión, como soliloquio, en el caso de los músicos y la música que hacen es mejor considerarla expresión no dirigida: es más fácil y autentico darse gusto a sí mismo (y encontrar quien comparta esos gustos) que satisfacer esa necesidad en todos nuestros oyentes. Por último: considerando que no es placentero escuchar a alguien pedir "el deste de la desta" por no encontrar las palabras precisas, ampliemos nuestro vocabulario para expresarnos mejor, sea cual fuere nuestro lenguaje de expresión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena tu opinion , creo que deberias escribir mas seguido...