CORRECCIONES

Publiqué “Nacionalismo” sin terminar y lo justifiqué alegando falta de espíritu nacionalista. Ya tenía todo el material listo para publicarlo completo: la letra completa del Himno; las definiciones de las palabras confusas y los significados de las metáforas; la comprensión de cada estrofa; los antecedentes históricos de México; las biografías de los personajes mencionados y de los autores; la historia -oficial y no- de la convocatoria del Himno. Solamente me faltaba redactarlo y darle formato.

Entonces no fue el nacionalismo (su falta) lo que me llevó a publicar sin terminar, ya que fue ese sentimiento lo que me provocó querer escribir al respecto originalmente y fue lo que me alentó a investigar en relación al Himno Nacional Mexicano, ya que ese es el sentimiento que me produce el escucharlo o entonarlo. Pero en mí hay varios sentimientos más grandes. Dos de ellos son el amor y el respeto hacia mis padres. Otro es la desesperación (entendida como falta de paciencia para esperar).

Después de haber hecho ese comentario en “orgullo” entendí que he vivido veinte años engañado y actuando en función de ese mal entendido. Esto no me preocupa pues me agradan los resultados. Preocupante es la forma en que expuse a mi papá, la imagen de padre que proyecté de él. El padre que maltrata psicológicamente a sus hijos es lo más alejado que hay de su realidad… y de la mía como su hijo.

En “Inconclusiones” menciono cómo prefiero el formato de los libros en el cual la primera página siempre es la misma. En cambio en este medio de publicación lo último publicado aparece, predestinadamente, en la página de inicio. No quiero que esa publicación, en la que se puede confundir la relación que llevo con mi papá, sea la página de inicio. Además, mi interés –y mi aprovechamiento del tiempo libre – se desvió hacia otro tipo de expresión, por eso me desesperé y me apresuré a cambiar de página inicial con algo que ya tenía escrito. Fue más rápido hacer Ctrl. + C, Ctrl. + V y comentar, que terminar algo empezado antes de comenzar otro proyecto. Así que decidí no procrastinar más, hacer “correcciones” y publicar el Himno Nacional Mexicano.