INFINITO o Cómo los sucesos de la vida diaria afectan –positiva o negativamente– nuestra (mi) capacidad de expresión escrita

Quería escribir algo. Ya había pasado más de un mes desde mi último escrito. Tomé mi libreta de borradores y la pluma que venía adentro. Me acosté y prendí la lamparita. Escogí una hoja limpia y decidí empezar.

Pasaron por mi mente veinte temas sobre los cuales escribir pero ninguno me pareció apropiado/interesante para dedicarle ese momento. Busqué borradores inconcretos pero no encontré ninguno.

Recordé varias anécdotas recientes, pero como no me gusta leer diálogos (en esto se fundamenta mi gusto mínimo por las novelas) decidí no escribir ninguna. Además, creo que debo pedir permiso a los participantes para poderlos usar como parte de un texto.

Pensé entonces en escribir acerca de mi falta de tema/motivación. Al trazar la primera letra Q me falló la pluma. Remarqué varias veces el mismo trazo pero no salió la tinta. En el borde superior intenté dibujar un ∞ de tamaño suficiente para abarcar el ancho de la hoja. La tinta no salía. Me distraje un instante y cundo volví a ver la hoja, el trazo ya se había pintado varias veces.

Apenas terminé la primera frase y pensé que no sería bueno escribir por escribir, sin una idea clara del resultado final ni del propósito inicial. No sería bueno intentar llenar un espacio que no estaba vacío.

Hice nuevamente una pausa prolongada durante la cual surgieron varias ideas… pero ninguna era de temas que quería expresar por escrito, solo eran de cosas que debía hacer, pendientes en la escuela o en la casa.

No quería terminar escribiendo una lista de cosas por hacer. Tampoco me interesaba expresar una idea que yo ya tenía clara y/o que ya la había compartido con la persona indicada. Mucho menos quería hacer una narración de una anécdota o suceso del cual no se pudiera (¿o sí?) sacar algo –reflexión o conclusión– aunque fue precisamente lo que terminé haciendo.

1 comentario:

Prieta dijo...

Qué manera de contar una anécdota surgida de la nada -reflexión o conclusión- Cuando no se tiene nada que decir, aveces es mejor decirlo de todos modos. Nice!