En la cima de un pino
yace inmovil un huevo
bien abrigado en su nido.
El viento sopla recio,
quizá sean los vientos de Anta Anna,
no importa mas que al huevo
de su nido han arrojado.
Este, impotente, calló,
descendía a toda velocidad
hasta que golpeó la rama
más resistente de su padre.
El ave despega ignorando su punto final.
No sabía por qué
pero tenía que llegar
a donde nunca llega el sol,
ese era el nombre del lugar.
Miles de minutos pasaron,
muchas horas se olvidaron,
cada distancia recorrida
era una pluma caída.
Al llegar el día
en que no podía volar,
no por falta de persistencia
sino de vestimenta,
se quedó en ese lugar,
observó a su alrededor
feliz por lo que había encontrado,
sin saber que había llegado
a “donde nunca llega el sol”
CONCLUSIÓN:
Un amigo diría que es
serendipia...
yo debería decir
serendepiedad...
pero decido decir
serendepia.
estoy
de
acuerdo.
1 comentario:
sueñio
Publicar un comentario